Su pequeño casco urbano de esencia mudéjar, y de curiosa formación, nos invita a pasear por sus calles, esas que vieron nacer personajes ilustres como el afamado médico Arnaldo de Villanueva (1240-1311) o Fray Bartolomé Anento y Peligero (1646-1679).
Descubriremos buenos ejemplos de casas nobles de los siglos XVII y XVIII, destacando la de los Abad de Bernabé, con una gran portada y escudo de armas en su fachada, o edificios como el ayuntamiento, de estilo neomudéjar fortificado con rejas y piedras de sillería. Destacaremos la iglesia parroquial barroca, en honor a San Gil Abad en el siglo XVIII, conserva interesantes retablos y un pequeño museo parroquial.
Podremos acercarnos hasta la ermita dedicada a la Virgen del Rosario, siendo interesante el gótico tardío que muestra este edificio del siglo XVI y a la ermita de San Bartolomé, del siglo XV. Y, caminando por las orillas del Jiloca hasta descubrir un pequeño peirón dedicado a San Gregorio en el camino viejo de Valdehorna.
En el término de Villanueva de Jiloca hay dos yacimientos antiguos de interés: el de Cerro Redondo y la Pila de los Moros. Para los amantes del deporte cuenta con un excelente parque con una superficie de 4000 m² con espacios deportivos apropiados para mayores y jóvenes.